miércoles, 27 de marzo de 2013

Historia de la Capilla San Antonio de Padua

''1915''. Foto: Guía Amarilla de Formosa

A los pocos años de fundarse la Villa Formosa, debido a la profunda fe religiosa de los nuevos pobladores, comenzaron a construirse en la zona las primeras Capillas.

Como vimos en la entrada anterior, la primera en ser levantada por los colonos, era sólo un pequeño rancho, sin puertas ni ventanas ni bancos, ubicado donde hoy funciona la Jefatura de Policía de la Provincia (Saavedra entre Deán Funes y Moreno), donde los Padres Lynch y Cabrera celebraban sus misas.

Esta Capilla se trasladó en el año 1882 a la Capilla de los padres Franciscanos que estaba ubicada en Belgrano y Pringles y en 1896 ya se iniciaba la construcción del nuevo templo en la Av. 25 de Mayo y Moreno.

Así, en 1891 debido a los insistentes pedidos de un grupo de colonos italianos y sus descendientes, el padre franciscano Gabriel Grotti, en una de sus tantas visitas a la colonia Formosa, propuso a sus pobladores la construcción de una capilla dedicada a San Antonio de Padua.

Foto: Guía Amarilla de Formosa



La idea quedó firme en el sentimiento de ese grupo de italianos pero recién toma cuerpo en el año 1910, cuando fray Enrique Guernacini retomando la iniciativa de Grotti, propone firmemente en una reunión celebrada el 21 de agosto, en la casa de José Lesiza ubicada en la Chacra No 63, la construcción de un templo dedicado a San Antonio.


El dueño de casa manifestó el deseo de donar el terreno y ante esta circunstancia, todos los presentes aceptaron por unanimidad la donación de un lote de 50m x 50 m. que estaba ubicado a unos 7 km. del pueblo de Formosa.

Así se conformó la primera comisión permanente compuesta de la siguiente manera: Presidente: Fermo Zanin; Vicepresidente: Pedro Leiva; Secretario: Agustin Capra; Tesorero: Hermenegildo Canesin, y como vocales Pedro Leiva, Pedro Ocleppo y Fortunato Rigonatto.

Al poco tiempo, y por renuncia de Rigonatto fue elegido como vocal Cirilo Sbardella, ampliándose la lista con el agregado de otros vocales como Colombo Delturco y Ugarte García.

El dinero para sufragar los gastos, obtenido de colectas y donaciones, se depositaba en el Banco de la Nación Argentina, cuya sucursal en Formosa ya funcionaba desde l905.

Comitiva. Foto: Guía Amarilla de Formosa y Franco Romero.


LAS OBRAS DE LA NUEVA CAPILLA


En febrero de 1911, la Comisión aprobó el ?Pliego de Condiciones" de los trabajos de albañilería en los siguientes términos:
?La Capilla deberá tener doce metros de largo por seis de ancho exterior.

Foto: Guía Amarilla de Formosa


Los cimientos deberán ser de un metro de profundidad y de dos ladrillos hasta llegar al nivel de los marcos de las puertas, desde este punto seguirá de un ladrillo y medio hasta colocar los marcos de las ventanas, desde cuyo punto las paredes serán levantadas del grueso de un ladrillo, debiendo desde esta base tener tres pilares en cada costado, dos en el frente y uno en la pared del fondo, estos pilares deberán ser de un ladrillo y medio en cuadro, debiendo
figurar una mitad interior y la otra mitad exteriormente de la Capilla, debiendo los cuatro esquineros formar líneas en los pilares centrales.
En mayo, fue precisado el lugar exacto para levantar el edificio, fue aprobado el presupuesto, las condiciones de pago y el comienzo de las obras que estuvo a cargo de Juan D'Agostini.

Inmediatamente la comisión se puso a trabajar y en los momentos libres comenzaron con las tareas de acopio de materiales.

Un vecino ofreció maderas por valor de 393,96 $ m/n (moneda nacional), de cuyo monto donaría 150 pesos, con las cuales se construyeron las aberturas y Hermenegildo Canesin elaboró los ladrillos que se usaron en la construcción.

Pedro Ocleppo se comprometió a costear tres cornisas para no dejar el frente al descubierto y así, en julio de l911, el pequeño templo estaba construido y techado ?con su arco sobre el frente para colocar las campanas.

Los recursos económicos eran obtenidos por medio de donaciones, rifas, carreras de sortijas, venta de comestibles y bebidas, etc.

Foto: Guía Amarilla de Formosa

Por otra parte, también se recibieron donativos en materiales de construcción y jornadas de trabajo. Desde el púlpito de la iglesia del pueblo se hacía conocer la nómina de donantes y la inversión del capital.

Cuando escaseaban o faltaban los recursos, el párroco solicitaba al público un nuevo sacrificio en materia de limosnas.

Dos de los miembros de la comisión, Hermenegildo Canesín y Cirilo Sbardella, fueron designados para recolectar fondos entre los vecinos y cuando terminaron la tarea, la que les demandó bastante tiempo, ambos pidieron que se compute como limosna los días dedicados a esa función, dado que, por tal circunstancia, debieron abandonar sus trabajos personales.

Progresivamente se realizaron los trabajos de revoque interior y exterior, la colocación del piso y a mediados de l912 fue concluida la construcción de la sacristía.

Sin estar terminado aún el edificio, el 23 de junio de ese año el padre Enrique Guernacini celebró la primera misa, brindando un elocuente sermón.

La imagen de San Antonio fue donada por Fernando Zattoni, en nombre de su hija Sara, quedando expuesta momentáneamente en la iglesia parroquial.
Las puertas y ventanas fueron construidas por el carpintero de la colonia y fue proyectado el altar bajo una idea de Vicente Scali.

El 24 de noviembre de 1912 fue celebrada una misa que contó con una numerosa concurrencia a pesar del día caluroso.

Los recursos para la obra no eran abundantes, pero los colonos eran generosos y participaban con mucha voluntad. En ese año, renunció Garcia Ugarte y fue nombrado José Purini como reemplazante.
Ya en 1913 quedó concluido el cielorraso, a cargo del colono Cirilo Sbardella, cuyo jornal fue asignado por la propia comisión.

En la reunión del 6 de enero el Cura Vicario propuso dar comienzo a la obra del altar y colocar la piedra fundamental, que no había sido impuesta hasta ese momento. El albañil, Antonio Traghetti dejaría un espacio libre debajo del altar para ser colocada la piedra basal y el acta correspondiente.

El l2 de enero fue bendecida la misma, aún con la mesa ritual inconclusa y con la asistencia de padrinos y muchos concurrentes.

El señor Zattoni donó un cáliz para uso exclusivo del templo; la comisión, a su vez, adquirió en Buenos Aires 150 cruces de aluminio de la Pia Unión Antoniana para obsequiar a los padrinos en la bendición del Altar.

Más tarde, el 11 de mayo de 1913 se procedió al traslado de la imagen de San Antonio desde la iglesia parroquial hasta la colonia. En la crónica del emotivo acto se lee: A las seis de la mañana del día indicado salió lo procesión de la Iglesia de Ntra. Sra. del Carmen con dirección a la Capilla de San Antonio, elevando en andas a la Imagen del Santo cuatro colonos de los más ancianos, los que luego fueron sustituidos por otros hasta fuera de la población, en donde esperaba un coche adornado para seguir el viaje, siguiendo la procesión engrosándose esta continuamente con nuevos contingentes que venían de todas direcciones.

Al llegar a destino fue colocada la imagen en un nicho. Posteriormente fue bendecido el templo, acto que fue recibido con emoción y regocijo por parte de los colonos.

Las rejas de las ventanas se labraron de acuerdo con un modelo presentado por Celestino Rinaldelli y colocadas, sin remuneración por Cirilo Sbardella. Posteriormente se construyeron las galerías.
En ese año se incorpora como vocal don Juan Dell'Agnolo.

Foto: Guía Amarilla de Formosa

Al celebrarse la fiesta patronal se incluyó la novena, la misa cantada, sermón, procesión, bendición y distribución de pan a los pobres.

La señora Lesiza inició una suscripción para la compra de una araña y se pidió unas de 12 luces.

Tormenta


A principios de febrero de 1914 una tormenta destruyó el techo del templo.

Es interesante señalar que los colonos pusieron manos a la obra y en seis días lo arreglaron. Participaron en la tarea las familias de Pedro Sbardella con 8 personas, de Agustin Capra con 11, de Francisco Beninca con 3, de Pedro Marighetti con 2 personas, de Hermenegildo Canesín con 10, de Juan Canesin con l persona, de José Lesizu con 4, la familia Parola con l persona, la familia Lotto colaboró con el acarreo de arena donado por Pedro Ocleppo, Hipólito Capra colaboró aportando dos bueyes y un carro y varios colonos donaron el importe de sus salarios. 
El padre Guernacini es nombrado Prefecto de las Misiones del Chaco y deja sus funciones en la parroquia siendo reemplazado por el franciscano Julio C. de Alva.

Campanario


Las reuniones del grupo se hacían en el predio de la capilla y en una de ellas Cirilo Sbardella se comprometió a construir el campanario de madera según un plano preparado al efecto, tarea que fue terminada en dos meses de trabajo con la ayuda de sus hermanos Juan Pedro y Cayetano y de Juan B. Demicheli.
Foto: Guía Amarilla de Formosa

También en esta época se construyó un pequeño edificio lateral y se plantaron diversos árboles.

En cuanto a la campana, en mayo de 1913 había sido pedida a la casa BOCHUMER VEREIN de Buenos Aires, pero como no tenían una de l00kg.tal cual se había pedido, tuvieron que solicitarla a la casa matriz en Alemania, pero debido a la guerra y a los secuestros de la mayor parte de los barcos de ultramar la llegada de la esperada campana se demoró hasta 1915.

Ya instalada, el 30 de mayo de ese año el padre Livio Galli la bendijo y la bautizó con el nombre de ANTONIA, siendo los padrinos Pedro Ocleppo y señora, Juan Canesin y señora, Francisco Beninca y señora y Pedro Sbardella.

Ese mismo año fue concluido el aljibe cuya construcción estuvo a cargo de Juan Sbardella y fue financiada por Pedro Ocleppo, quien a su muerte fue reemplazado como vocal por Jacinto Somacal. También se construyó el piso de las galerías y un horno.

En 1917, fue adquirido un caballo para el traslado del misionero hasta la colonia, y en 1918, se efectuó la decoración interna del templo, tarea que estuvo a cargo de José M. Ferreyra cuyo importe del trabajo fue donado.

El coro era atendido por los hermanos Capra.
La juventud Antoniana intervenía en la organización de las festividades que incluían el canto del Himno Antoniano y de las letanías.

Entre septiembre de 1917 y junio de 1919 fueron numerosas las misas celebradas en la capilla, todas con mucha concurrencia.

En 1919, asume el nuevo párroco, fray Antonio de Jesús Pou y es aceptada la renuncia de Fermo Zanín como presidente de la comisión por razones de salud, siendo reemplazado por Jacinto Somacal.

Por iniciativa del nuevo misionero se proyectó construir un salón para dar educación cristiana a los niños. Pero la dificultad para obtener los fondos apagó la esperanza de los colonos.
Foto: Guía Amarilla de Formosa

En 1922 el padre Santiago Barilaro dirigía la jurisdicción eclesiástica.

En 1926 el párroco de la iglesia del pueblo era el padre Enrique Guernacini; al año siguiente lo contamos al fray Segundo Bilbao, secundado por el padre Aldo Bolini. El primero de ellos llamó a elecciones para renovar la comisión, cuyos miembros siguieron trabajando por los objetivos propuestos.

El 28 de marzo de 1996 por Decreto nº 439/96 la capilla San Antonio fue declarada Monumento Histórico Municipal.

Hoy, a casi 100 años de su construcción, este histórico edificio sigue recibiendo a miles de fieles en las festividades de su santo patrono los días 13 de junio de cada año, las que no siempre se realizaron en esta fecha ya que en las primeras épocas la misma se hallaba condicionada a la posibilidad de concurrencia del sacerdote hasta el por entonces apartado lugar.

La primera misa de San Antonio tuvo lugar el 15 de junio de 1913, la cual fue seguida por una procesión alrededor del templo, en 1914 la misa se realizó el domingo 14 de junio, ya que el día 13 había que celebrar la fiesta en el pueblo.

En esta oportunidad se rezaron dos misas, la primera rezada y la segunda cantada y al final de esta se realizó el tradicional reparto de pan bendito a todos los concurrentes.
Foto: Guía Amarilla de Formosa

El 21 de mayo de 1916 se inicia la tradicional forma de realizar la fiesta, que incluía el servicio religioso, la posterior procesión, el reparto de pan y carne para los pobres y la carrera de sortijas, la que iba acompañada en ocasiones por otras diversiones.
Desde entonces la fiesta se ha prolongado hasta nuestros días, aunque perdió en parte su componente social, ya que no se realiza ni el reparto de carne ni el de pan a los pobres ni las tradicionales carreras de sortijas.

En la actualidad, como entonces, es muy frecuente ver a adultos y niños vestidos a la usanza franciscana, en homenaje al Santo y como pago de alguna promesa o bendición.
El grupo compuesto por 21 vecinos, resolvió entonces construirlo como testigo de la fe religiosa de los pobladores y de su gratitud al santo franciscano.

Evolución de la Iglesia Catedral Nuestra Señora del Carmen

Foto: Guía Amarilla de Formosa
El buque Resguardo que trasladó a los primeros habitantes desde Villa Occidental a la futura Formosa a cargo de Jorge Luis Fontana, transportaba sobre cubierta las imágenes de la Virgen del Carmen y de San Miguel Arcángel por ello, desde un primer momento, la imagen de la Virgen del Carmen estuvo acompañando al nuevo pueblo de Formosa.
Los habitantes expresaban su devoción a la virgen y como consecuencia de este fervor popular es que se decide imponerle el nombre de "Nuestra Señora del Carmen" a un pequeño y precario santuario construido a orillas del Río Paraguay.

Foto: Guía Amarilla de Formosa


Los Padres Lynch y Cabrera celebraban la misa y predicaban debajo de un árbol, debido a que no poseían aún un templo apropiado.
Un año más tarde, el santuario fue trasladado a una capilla provisoria, un pobre rancho, sin puertas ni ventanas ni bancos, desaliñado y sucio, pues los animales lo utilizaban como refugio, ubicado donde hoy funciona la Jefatura de Policía de la Provincia (Saavedra entre deán Funes y Moreno), y según contaban antiguos pobladores, en 1948
Padre Gabriel Grotti (1837 - 1914)
aún podían encontrarse los restos de esa capilla
Pero pronto sus instalaciones fueron insuficientes para la creciente población de la Villa Formosa por lo que el Padre Grotti en compañía de varios vecinos comenzó a realizar las gestiones necesarias para construir una parroquia que pudiera albergar más cómodamente a la creciente cantidad de fieles.
En el año 1882 se trasladó a la Capilla de los padres Franciscanos que estaba ubicada en Belgrano y Príngles.

 En noviembre de 1896, el nuevo Templo (Av. 25 de Mayo y Moreno) comenzó a ser construido y aunque aún el terreno no había sido pagado, el propietario (Manuel Martini) autorizó el inicio de las obras.
Así, en julio de 1898 el Padre Gabriel Grotti bendice las nuevas instalaciones, aún inconclusas, en el mismo lugar que hoy ocupa la Catedral de Formosa.
El por entonces gobernador del territorio, Coronel José María Uriburu (1893/1899) donó el altar mayor.
En Marzo de 1899 el Templo era habilitado "solo para decir Misas los días festivos". Los diferentes Sacramentos todavía eran administrados en la vieja Capilla de los padres franciscanos.
En Agosto de 1901 el Obispo de Santa Fe, Monseñor Juan A. Boneo confirmó canónicamente la Parroquia Nuestra Señora del Carmen. Debemos recordar que Chaco y Formosa, por ese entonces, dependían de la Diócesis de Santa Fe.
Aún en el año 1909, el P. Enrique Guernecini manifestaba que "el pueblo de Formosa tenía dos Templos, uno era la Capilla fundadora (construida de palmas y barro, y que se encontraba muy deteriorada) y la otra relativamente nueva, con construcción de material cocido, inconcluso y también en mal estado".
En el año 1912 se clausura definitivamente la primitiva Capilla para continuar con las celebraciones religiosas en la nueva Iglesia Parroquial de Nuestra Señora del Carmen
Foto: Guía Amarilla de Formosa

Considerando que la nueva Iglesia aún no estaba terminada el Padre Bilbao, proyecta ampliar el edificio en el año 1927, proponiendo además la construcción de las dos torres características.
Los trabajos no pudieron terminarse por falta de fondos y permanecieron inconclusos hasta el año 1947.
En septiembre de ese año se reúne la Acción Católica y se conforma la comisión Pro-Templo y en Agosto de 1948 quedó bendecida la piedra fundamental del nuevo Santuario, al año siguiente fueron bendecidos los primeros trabajos.
En Noviembre de 1954 fue inaugurado el nuevo Santuario de la Virgen del Carmen y recién en mayo de 1964 se iniciaron las remodelaciones del frente y de las torres del Templo.
En el año 1966 fueron concluidas las obras de lo que hoy es la Iglesia Catedral 
Nuestra Señora del Carmen.
El templo original bendecido en 1898 había quedado en el interior del actual y años más tarde fue demolido.
En el año 1997, los padres franciscanos entregan la Iglesia Catedral Nuestra Señora del Carmen al clero diocesano.
Debido a los deterioros que poseía el Templo y a la falta de recursos económicos, en el 2006, el Gobierno provincial se encarga de la refacción total de la Iglesia: se reacondicionaron las torres, se mejoró el
Foto: Guía Amarilla de Formosa
cielorraso, se cambió la luminaria y se pintó totalmente tanto la fachada como el interior.
También fue refaccionado el gran vitral redondo de 2.85 m de diámetro que posee en la fachada, tarea que estuvo a cargo del artesano vitralista Luciano Durante.
Las obras concluidas fueron entregadas en 2008.
Como vemos, muchos años y varias comisiones pro templo debieron pasar para que la comunidad católica formoseña pudiera disfrutar de la tan soñada Catedral tal como la conocemos hoy.


viernes, 22 de marzo de 2013

Personajes destacados de la Villa Formosa

En la etapa territoriana, existieron diversas personas que participaron en nuestra historia, algunos de estos personajes serán nombrados a continuación.

Doctor Eduardo González Lelong


González Lelong
Este prestigioso médico había nacido en 1886, en la Provincia de Corrientes, según datos. Estudió en su provincia natal y se recibió de médico entre 1920 - 1925 aproximadamente. Ayudó a combatientes de la guerra del Paraguay (1932 - 1935). Al finalizar la guerra se radicó en la naciente Formosa, aproximadamente en 1938. Fue electo presidente municipal de la Villa Formosa en 1942. Hasta sus últimos días ayudaba a la gente enferma. Falleció en 1966 a los 80 años. Un sanatorio lleva su nombre.



Carlos Brunelli

Este personaje estuvo ligado a unos de los barrios más importantes de la ciudad: San Miguel. Nació el 20 de julio de 1874, en Lombardía, Italia, siendo sus padres Antonio Brunelli y Ángela Cassani. Su esposa fue Josefina Capra, con quien tuvo 5 hijos. En 1940 donó un terreno para la construcción de la Capilla Virgen de Caacupé. Fue un hombre muy trabajador, y hogareño, pero muy poco sociable y comunicativo. Falleció en su casa de Uruguay y L. Alem, en octubre de 1950. Una calle lleva su nombre

Pedro Bonaccio



Pedro Bonaccio

Este exitoso empresario había nacido en  VilladossolaItalia, el 6 de mayo de 1849. Llegó a Formosa en la década de 1880. Fue Técnico de la fábrica de azúcar y de la destilería "La Teutona", al fallecer el doctor Martinotti, el dueño de la azucarera, compró en sociedad con el Señor Mayer todas las instalaciones, haciendo importantes mejoras y ensanches al establecimiento, fomentó la agricultura, haciendo trabajar y sembrar cinco leguas de campo. Falleció en 1904. Una calle lleva su nombre.

Carlos Cleto Castañeda

Carlos Castañeda
Fue uno de los primeros pobladores, nació en 1858. Llegó a Formosa en 1880 dedicándose a las actividades mercantiles. Fue fundador y primer presidente de la Biblioteca Popular Martín Ruiz Moreno y de la Asociación Protectora de la Educación, ejerció las funciones de Encargado Escolar, Concejal Municipal y colaborador de la Sociedad de Beneficencia que atendía el Hospital de Caridad. Falleció en Buenos Aires, el 30 de abril de 1931, a la edad de 73 años. Un estadio céntrico, y una calle llevan su nombre.



Francisco Parola


Francisco Parola

Este inmigrante italiano nacido en Lombardía, llegó a ser uno de los colonos de edad más avanzada. Llegó aquí en el año 1.879, agricultor, formó parte de las doce primeras familias que llegaron a Formosa. Su chacra estuvo próxima a esta ciudad, el campo de que dispone ha servido en varias oportunidades como campo de aviación , habiendo por tal motivo el Señor Parola, sido objeto de cariñosas demostraciones por parte de las altas autoridades del Territorio y del entonces ministro de Guerra General Justo.

Domingo Bibolini

Domingo Bibolini
Fue uno de los principales fundadores de Formosa. Nació en Lerici, Génova, Italia en 1849. Hombre ilustrado y de esmerada educación, antes de llegar y establecerse aquí era capitán de buques, veleros, habiendo navegado mucho tiempo por el Atlántico Norte (Estados Unidos) vino a este territorio llamado por su hermano Francisco, que a la razón desempenaba el cargo de Cónsul de Italia en Asunción. Se radicó en Formosa en el año 1.879, Patriota y más aún cuando su patria pasaba en duros trances, nunca olvidó sus deberes de buen ciudadano, fue el primer presidente de la Sociedad Italiana de Formosa. Falleció en 1933.

Juan BíscaroNacido en Venecia, llegó en 1.890, de profesión agrimensor, fue jefe en segunda del ferrocarril en construcción Formosa a Embarcación, más tarde se dedicó al comercio de librería y tipografía. Desempeñó  el cargo de gerente consular de Italia en Formosa, fue presidente municipal, cargo que desempenó con acierto, ocupó por varios el cargo de presidente de la Sociedad Italiana y Presidente de la Liga Formosena de Fútbol.

Florentino Gorleri
Florentino Gorleri
Hijo de italiano, nació el 17 de octubre de 1873, en Buenos Aires. Inició su carrera como modesto empleado municipal, elevándose gradualmente a ocupar los más altos puestos administrativos, sea en el orden público o privado. Su carrera como empleado público está compendiada, desde el empleado municipal hasta la del secretario de gobernación y en el orden privado llegó a administrar las haciendas más importantes afuera y dentro del territorio.
Se radicó en Formosa en el año 1892, fue autodidacta, allí contrajo matrimonio con doña Ana Dolores Bibolini, el 16 de enero de 1895, de cuyo matrimonio nacieron cuatro hijos: Horacio, Olga, Amalia y Florentino, los tres formoseños, y el último nacido en Posadas (Misiones). Falleció en el año 1963.


Pedro Giacopello


Ligurés, llegó en el año 1881, ex capitán de la marina mercante italiana, abandonó su carrera para establecerse en ésta, buen patriota tomó parte en toda iniciativa, trabajador incansable, inteligente y activo, fue escalando todos los puestos desde el más humilde hasta el principal. Debido a su generosidad consiguió independizarse, habiendo realizado, merced a sus esfuerzos una posición envidiable.
Ha desempenado reiteradamente el cargo de Presidente municipal durante diez años, fue socio fundador de la sociedad "Juventud Formosena" y de la Sociedad italiana, que llegó a ser vicepresidente.


Enrique Moiraghi

Enrique Moiraghi

Llegó en el año 1.879, procedente de Villa Occidental, fue uno de los fundadores de Formosa.

Agrimensor, fue conjuntamente con el Señor Carlos Maas, quienes trazaron la planta urbana de Formosa y la subdivisión de los lotes rurales. Contribuyó constantemente con la edificación de Formosa, falleciendo en ella que él había visto nacer. 

martes, 19 de marzo de 2013

Inmigrantes Judíos en Formosa


Cuando se creó la Villa Formosa, en abril de 1879, el gobierno nacional decidió erigir una colonia agrícola con contingentes de italianos provenientes de Friuli (Italia). Estos inmigrantes llegaron al mes de la fundación, en mayo de 1879, en el vapor Guaraní.
Lo único que encontraron fue armazones de ranchos, fabricados por los militares llegados de Villa Occidental. Durante 18 meses durmieron en carpas en lo que hoy es la Estación de Trenes de Formosa. Años después llegan los primeros judíos sefaradíes y ashkenazíes.
El primer judío en pisar territorio formoseño fue Simón Ostwald. Había inmigrado a Argentina en 1860, probablemente con un familiar. Ostwald era un editor de periódicos y libros, y fue un pionero en la Industria gráfica. Cerca de 1918 había comprado 20.000 hectáreas en Formosa.
Familias de judíos llegados desde Buenos Aires a Formosa en barco.
Luego de Ostwald, entre 1900 y 1910 se radicarían los primeros judíos, quienes venían de forma particular: de uno o de a dos, motivados por cartas de sus hermanos o parientes. Muchas de esas correspondencias circulaban entre las familias y pocas veces llegaban a los diarios judíos y a las sinagogas. Llegar a America se transformo en clamor, en una oración recurrente.
Hacia 1930 la llegada de judíos fue incesante. Venían primero los hombres, una vez asegurada la subsistencia, hacían buscar a sus esposas, novias, esposas, padres o amigos. También llegaban con hermanos o parientes huérfanos. La llegada de familiares causaba inmensa alegría, pero también recurrían las malas noticias: muerte de seres queridos, falta de recursos para emigrar, o el peor de los casos: no conocer nada de los familiares y amigos que quedaron del otro lado del océano.
Con su llegada, comenzaron a circular ideas, tradiciones, costumbres, distintas cosmovisiones y conceptos doctrinarios religiosos.

Familias tradicionales y actividad comercial judía: 1900 - 1930.


Familia Alauf. Esmirna, Turquía. 
 Jacobo Sabaj recaló en Viedma, Río Negro, siendo apenas un muchacho. Se radicó en Comandante Fontana, un poblado del interior formoseño. Se escapaba de las guerras y los familiares lo ayudaban. Por las mismas razones llegó desde Estambul, al mismo lugar, don Isaac Levi. Pasó por Efesos, luego por Nápoles, hasta arribar a América. Vino en barco con los Salom, los Sidi, los Bueno, los Nahum y los Galante entre otros.
La familia Gebil escapa de la guerra de Japón y de Rusia como polizontes, en los primeros años de 1900. Tanto la familia Dubersarsky como la Mitvik, relacionados con los Gebil, fueron perseguidos por los pogromos. Ellos se escondían en las casas a éstas las quemaban.
Lehuda Lenger había llegó solo porque toda su familia murió en el holocausto. Había nacido en Varsovia. Leiser Hersch Schaffer (Luis Gregorio) vino de Polonia, de Jaryczow-Nony en 1937. Había perdido a toda su familia. Isidoro Hirsch, llega de Hungría a la Argentina y manda con un amigo una foto. Así lo conoce Leona Fried, y viaja para casarse. Con el tiempo regresa a buscar a su hermana Rosa, quien se casará con Isaac Hirsch, hermano de Isidoro. Hirsch tenía un hermano trabajando aquí, en Argentina desde hacía algunos años.Otros apellidos renombrados son: Trujman, Najmías, Orquín, Esquenazi, Cuño, Alauf, Azar, Kraft, Gutnisky (familia del gobernador electo en 1958), Sevi, Jona, Saidon, entre muchos otros.

Vida, comunicación y actividad comercial judía: 1900 - 1930


Los primeros judíos llegaron a principios del siglo XX, respiraban aliviados un aire de libertad y vislumbraban grandes perpesctivas. En ese entonces en el territorio formoseño se hablaba el castellano. Un porcentaje considerable hablaba italiano. La población nativa se comunicaba en guaraní, toba, wichí y en otras lenguas aborígenes.
Comunidad judía en 1940, detras, el actual museo Juan Pablo Duffard
Los mayoría de los sefaradíes llegó desde Esmirna, una importante ciudad de Turquía y hablaban el judezmo (judeo español similar al castellano y condición indispensable para la comunicación) y se estableció en el centro de la ciudad, especialmente en la Calle Belgrano. Por esta razón fue apodada con el tiempo como ''Calle de los Turcos'' . Prefirieron quedarse en la capital y expandir el comercio; los menos buscaron lugares más distantes o parajes casi desérticos del interior. Vivieron en ghettos, en parte, porque el mercado turco judío había sido urbano, de barrios, a lo sumo barrios dentro de un mercado o feria. Por lo general sus negocios eran pequeños pero estaban abarrotados de mercaderías. La judería semejaba una plaza o calle de mercado. Era una especie de reminiscencia española, donde los zocos, con sus coloridos toldos extendidos por el sol, uno pegado al otro, representaban la imagen de un viejo cabildo. Cada paisano exponía en sus veredas ropas de todo tipo, pantallas paraguayas para abanicarse, bombachas de campo, puntillas y festones de colores. Estaban encerrados en su propia vida humana. Esta inmigración acompaño a la sirio-libanesa hacia el noroeste: llegaron a la punta del riel. El ferrocarril Belgrano era una de las alternativas para remontar hacia nuevos centros. La vida urbana, donde desarrollaron pequeños comercios, fue parte de su propia vida.
A diferencia de los sefaradíes, los ashkenazíes tenían una enorme dificultad para comunicarse debido a que hablaban idish, idioma judío de Europa Oriental. Los vecinos los tildaban de cerrados por esta razón. Sus primeros años en Formosa fueron gestos y señas; muchos de ellos de vieron obligados a convertirse en vendedores callejeros a plazo, trabajando en especial con aquellos sectores humildes, amas de casas, artesanos, obreros, etc.

Casa judía ubicada sobre la calle San Martín.

La judería se conformó alrededor alrededor de la estación del ferrocarril, recostada sobre el puerto y a metros de la fábrica de tanino. Abarcaba un rectángulo formado por las calles principales: Avenida 25 de Mayo, y su paralela, la Pringles, ambas limitadas por la Rivadavia y la San Martín, pegada a las vías férreas. Permanecía suspendida a la sombra de coloridos chivatos y lapachos, donde la armoniosa orquesta de chicharras marcaba los compases de una música siestera. Allí estaban también el río y el incesante movimiento de barcos y de gente. La estación del ferrocarril, con su estructura señorial, se levantaba imponente, majestuosa. La ciudad recostada sobre el río, casi caída hacia el río. El mismo río que daba vida en su margen izquierda a las localidades paraguayas, proveedoras de medios y servicios de las primeras colonias formoseñas. la mano de obra también fue, en parte, traída desde aquellas orillas. La judería se instalo en un lugar destacado para ejercer lo que mejor sabía: el comercio. Vender y vender, ésa fue su consigna.

El texto y las fotos, fueron extraídos del Libro Judíos en Formosa, de la señora Marta Kaplán.